LA EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES
Podemos afirmar que el mundo no ha sido siempre como es
ahora. Desde el punto de vista de las sociedades humanas existe lo que
podríamos llamar un proceso evolutivo que conduce desde las formas sociales
primitivas hasta las sociedades postindustriales del presente. Esto no
significa que todas las sociedades hayan evolucionado ni en el mismo tiempo ni
en la misma dirección. De hecho, pueden todavía hoy encontrarse, si bien de
modo casi residual, sociedades humanas típicamente primitivas en África o en
Sudamérica. Sin embargo, la mayor parte de las sociedades humanas han seguido
una línea de desarrollo que ha conducido a nuestro mundo presente.
A lo largo de este tema pretendemos exponer de forma
elemental cuáles han sido las principales formas de organización social que han
constituido este proceso evolutivo. La distinción principal la estableceremos
entre las sociedades que podemos llamar “premodernas” y las que podemos
considerar propias del mundo “moderno”. A su vez, dentro de cada uno de estos
dos grandes bloques, estableceremos las distinciones correspondientes
1. LAS SOCIEDADES PREMODERNAS
Podemos hablar de tres tipos de sociedades premodernas:
cazadores y recolectores, sociedades agrarias y pastoriles y, por último, los
estados tradicionales.
1.1. Sociedades de cazadores
y recolectores
Es la forma en que han vivido los
hombres a lo largo de la mayor parte de su existencia sobre la tierra. Se trata
de grupos o tribus de treinta o cuarenta personas como máximo. Caza, pesca y
recolección de plantas salvajes comestibles son sus actividades básicas. Estos
grupos de desplazan continuamente. Al no poseer animales domésticos que
faciliten el transporte, sus bienes o posesiones son escasos y se limitan a
armas, herramientas ligeras y útiles para la cocina. Al no existir apenas
posesiones tampoco existen diferencias de rango entre los individuos salvo las
que tienen que ver con la edad y el sexo. Los hombres se ocupan de la caza y
las mujeres a la recolección, la cocina y el cuidado de los niños. La caza se
realiza de modo colectivo y se comparten las piezas cazadas con el resto del
grupo. Son sociedades participativas en las que las decisiones se toman
colectivamente. Sus migraciones tienen lugar en territorios fijos. Los miembros
de estas sociedades cambian a menudo de grupo. Son sociedades escasamente
belicosas y desconocen la guerra, al menos en los términos en que hoy se
entiende este concepto.
1.2.- Sociedades agrarias y
pastoriles
Cuando hace unos veinte mil años las
sociedades de cazadores comenzaron a criar animales domésticos y a cultivar
trozos fijos de terreno para su supervivencia, surgió un nuevo tipo de
sociedad. Hablamos de sociedad agraria o sociedad pastoril según predomine en
ella la ganadería doméstica o la siembra de cosechas como forma básica de
supervivencia. Existen algunas diferencias entre ambas sociedades.
Las sociedades pastoriles suelen realizar migraciones estacionales.
Debido a esta movilidad, no suelen acumular posesiones materiales cuantiosas.
Al poseer una fuente regular de alimento, estas sociedades pueden ser más
numerosas que las de los cazadores y pueden llegar a alcanzar hasta doscientos
cincuenta mil miembros.
Por otra parte, en estas sociedades
ya empiezan a existir diferencias apreciables y desigualdades de riqueza y
poder entre sus miembros, de modo que los jefes de las tribus ejercen un fuerte
poder personal. También aparecen ya las guerras entre distintas tribus.
Las sociedades agrarias surgieron al mismo tiempo que las pastoriles.
La práctica de la horticultura, es decir, el cultivo de pequeñas parcelas para
la supervivencia, es el origen de estas sociedades. Al poseer una fuente fija
de alimentos, son comunidades más numerosas que las de los recolectores. Además
su sedentarismo les permite una acumulación de posesiones y por tanto, una
mayor diferenciación entre los individuos. Hay en ellas comportamientos
guerreros pero mucho menos acentuados que en el caso de los pastores.
1.3.- Estados tradicionales
Con posterioridad a las sociedades
que acabamos de describir, surgen a partir del 6000 a.C. un tipo de sociedades
mucho más amplias y cuyas características más sobresalientes son:
- Están basadas en el desarrollo de
ciudades
- Presentan desigualdades de riqueza
y poder muy pronunciadas.
- Están asociadas con la ley de
reyes o emperadores.
- La mayoría de estos estados
alcanzaron sus enormes dimensiones como resultado de la conquista y anexión de
otros pueblos y convirtiéndose así en imperios.
- Los estados tradicionales más
notorios son el imperio chino, el imperio romano, los incas y los mayas.
En estos estados existe un sistema
de división del trabajo más complicado que en las sociedades anteriores.
Especialmente entre los hombres, existen una serie de tareas especializadas
como las de mercader, cortesano, administrador o soldado.
Existe también una división de clases entre los grupos
aristocráticos y el resto de la población. Las diferencias entre el modo de
vida de estas dos clases son enormes. El lujo y el confort de unos contrastan
con la pobreza extrema de los otros.
Los estados tradicionales dieron
lugar a la aparición de ejércitos profesionales y una incipiente mecanización
de la guerra, con armas y equipos que producían un número de bajas en las
guerras muy superior al que se había conocido hasta entonces.
2. LAS SOCIEDADES DEL MUNDO
MODERNO
Es un hecho constatable que los
estados tradicionales han desaparecido por completo en nuestro tiempo. La razón
de esta desaparición puede encontrarse en la industrialización, la producción
mecánica de bienes. Esta industrialización da lugar a un nuevo tipo de
sociedades: las sociedades industrializadas.
Estas sociedades tienen su origen en
la Inglaterra del siglo XVIII como consecuencia de la revolución industrial que
allí se inició. En estas sociedades la mayoría de la población trabaja en
fábricas y oficinas. Además, la mayoría de la población vive en núcleos urbanos
en los que se encuentran oportunidades de empleo pero que imponen un modo de
vida anónimo e impersonal. El transporte y las comunicaciones se aceleran,
permitiendo así la formación de una
comunidad nacional integrada, con fronteras delimitadas y leyes unitarias que
dan lugar a los llamados estados nacionales. El desarrollo tecnológico afecta
por supuesto al terreno militar dando lugar a ejércitos poderosos.
Estos tres elementos, la fuerza
económica, la cohesión política y el poder militar propiciaron la expansión de
los modos de vida occidentales por todo el mundo a lo largo de los últimos
siglos.
Esta expansión de los países
occidentales a lo largo del planeta dio lugar al fenómeno del colonialismo que,
si bien extendió, como hemos visto, la forma de vida occidental, sin embargo,
ha dado lugar a tres tipos de sociedades perfectamente diferenciadas y que podemos
denominar sociedades del tercer mundo, del segundo y del primer mundo.
2.1.- Sociedades del primer
mundo
Son sociedades basadas en la
producción industrial. En ellas juega un importante papel la libre empresa. La
mayoría de la población vive en pueblos y ciudades y sólo una minoría se dedica
a la agricultura. Existen grandes desigualdades de clase, aunque menos
pronunciadas que en los estados tradicionales. Estas sociedades constituyen
comunidades políticas o estados nacionales independientes. Los países
industrializados del primer mundo incluyen las naciones de “occidente”, además
de Japón, Australia y Nueva Zelanda.
2.2.- Sociedades del segundo
mundo
Tras la revolución rusa de 1917
surgieron un tipo de sociedades que hoy día prácticamente han desaparecido, si
bien aún queda China y algún otro país más o menos aislado como Cuba o Corea
del Norte y que responden a una forma de organización que podemos llamar del
segundo mundo. Las más importantes fueron desapareciendo a lo largo de las
últimas décadas del siglo veinte con la caída de la Unión Soviética y la
consiguiente descomposición de los regímenes comunistas de sus países
satélites. Estas sociedades poseen una base industrial pero con un sistema
económico de planificación centralizada. Son sociedades urbanas con marcadas
diferencias de clase, a pesar del teórico objetivo de establecer una sociedad
sin clases. Al igual que las sociedades del primer mundo, estas sociedades
están constituidas como estados nacionales independientes.
2.3.- Sociedades del tercer mundo
Estas sociedades están localizadas
mayoritariamente en las áreas del planeta colonizadas por las potencias
occidentales a lo largo de los tres últimos siglos. En ellas, la mayoría de la
población trabaja en la agricultura y vive en áreas rurales y emplean
básicamente métodos de producción tradicionales. Una parte de su producción
agrícola se vende en los mercados mundiales. En estas sociedades se da la libre
empresa, pero también hay muchas de ellas que se rigen por una planificación
centralizada. Todas ellas constituyen hoy día estados nacionales
independientes.
3. EL PRIMER Y EL TERCER
MUNDO. UNA EXPLICACIÓN DE LAS DIFERENCIAS
Al margen de las diferencias
organizativas, está claro que la diferencia más notable entre el primer y el
tercer mundo se encuentra en el plano de la riqueza y el poder. ¿Cómo pueden
explicarse estas enormes diferencias? Vamos a analizar tres teorías que tratan
de explicar el desarrollo de unas desigualdades tan enormes a lo largo de los
últimos siglos: el imperialismo, la teoría de la dependencia y la teoría del
sistema mundial.
3.1.- El imperialismo
(Hobson)
Hobson llama imperialismo al impulso
de conquistar y someter a otros pueblos y cuya expresión más clara es el
colonialismo. Este colonialismo, según Hobson, trata de encontrar nuevos
mercados de inversión cuando la capacidad de producción desborda lo que puede
venderse con beneficios en los mercados domésticos. Existe una lucha constante
tanto por nuevos mercados en los que vender como por métodos para abaratar la
producción encontrando fuentes de materias primas y mano de obra barata en
otras partes del mundo. Este proceso contribuyó al desarrollo económico de los
países occidentales al tiempo que empobreció a gran parte del resto del mundo,
esquilmando los recursos de las regiones no industrializadas.
Dentro de esta explicación puede
integrarse la teoría del neoimperialismo como
clave de interpretación del mundo actual. Según ella, si bien los grandes
imperios han desaparecido y las colonias se han convertido en países
independientes, los países occidentales siguen manteniendo el control mediante
su posición económica dominante en el comercio mundial asegurándose el control
de los términos en que se lleva a cabo el comercio mundial
3.2.- La teoría de la dependencia
(Cardoso)
La dependencia consiste en la
necesidad que los países del tercer mundo tienen de vender su producción
agrícola al mundo desarrollado. Los orígenes y naturaleza de la dependencia
varían en virtud del modo en que cada país fue colonizado y por quién. Así, por
ejemplo, en Sudamérica se desarrolló la producción agrícola del café, las
bananas o el azúcar. La fuerte presencia de formas tradicionales de agricultura
con la producción para la exportación, evitó el desarrollo de una moderna producción
industrial. Esto retrasó enormemente a los países sudamericanos con respecto a
Europa y Norteamérica y los convirtió en dependientes de estos. De este modo,
la teoría concluye que los países ricos forman un centro metropolitano
alrededor del cual se agrupan países satélites del tercer mundo cuyas economías
dependen de las de los países más avanzados, mientras que ellas mismas se
empobrecen cada vez más.
3.3.- La teoría del sistema
mundial (Wallerstein)
Según Wallerstein, a partir del
siglo XVI se ha desarrollado lo que él denomina un “sistema mundial”, es decir,
una serie de conexiones políticas y económicas que se extienden a través del
mundo. Este sistema tiene como base lo que él llama una “economía capitalista
mundial” que está constituida por los países del “núcleo”, la “semiperiferia”,
la “periferia” y el “escenario externo”.
El núcleo está constituido por los
estados en los que surgió originariamente la empresa económica moderna y la
industrialización. Gran Bretaña, los Países Bajos, Francia y Alemania son los
primeros estados del núcleo aunque con posterioridad se le unieron Estados
Unidos y Japón.
La semiperiferia está constituida
por las sociedades del sur de Europa alrededor del mediterráneo. Estos países
estaban vinculados con los del núcleo por relaciones comerciales de dependencia
y económicamente permanecieron estancados.
La periferia la constituyeron los
países orientales de Europa y su economía consistía básicamente en vender su
producción agrícola a los países del núcleo.
El escenario externo estaba formado
por grandes zonas de Asia y África. Permanecían al margen de los vínculos
comerciales establecidos por los países del núcleo. Posteriormente y como
consecuencia del colonialismo, estas zonas fueron integradas en la economía mundial.
Puesto que los países del núcleo
dominan el sistema mundial, están en condiciones de organizar el comercio
mundial de la manera más favorable para sus intereses, situándose así en una
posición de dominio que les permite explotar los recursos de las sociedades del
tercer mundo. Esta situación es la que provoca las enormes diferencias de
riqueza entre las sociedades del primer y del tercer mundo.
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