INTRODUCCIÓN
Aborto, interrupción
del embarazo antes de que el feto pueda desarrollar vida independiente. Se
habla de parto prematuro si la salida del feto desde el útero tiene lugar
cuando éste ya es viable (capaz de una vida independiente), por lo general al
cabo del sexto mes de embarazo.
2. TIPOS DE ABORTO
El aborto puede ser espontáneo o inducido. Los fetos expulsados con menos de 0,5 kg de peso o 20 semanas de gestación se consideran abortos.
2.1. Aborto espontáneo
Se calcula que el 25% de todos los embarazos humanos finalizan en aborto espontáneo, y tres cuartas partes de los abortos suceden en los tres primeros meses de embarazo. Algunas mujeres tienen cierta predisposición a tener abortos, y con cada aborto sucesivo disminuyen las posibilidades de que el embarazo llegue a término.
Las
causas del aborto espontáneo no se conocen con exactitud. En la mitad de los
casos, hay alteración del desarrollo del embrión o del tejido placentario, que
puede ser consecuencia de trastornos de las propias células germinales o de una
alteración de la implantación del óvulo en desarrollo. También puede ser
consecuencia de alteraciones en el entorno materno. Se sabe que algunas
carencias vitamínicas graves pueden ser causa de abortos en animales de experimentación.
Algunas mujeres que han tenido abortos repetidos padecen alteraciones
hormonales. Otros abortos espontáneos pueden ser consecuencia de situaciones
maternas anormales, como enfermedades infecciosas agudas, enfermedades
sistémicas como la nefritis, diabetes o traumatismos graves. Las malformaciones
y los tumores uterinos también pueden ser la causa; la ansiedad extrema y otras
alteraciones psíquicas pueden contribuir a la expulsión prematura del feto.
El
síntoma más común de una amenaza de aborto es el sangrado vaginal, acompañado o
no de dolor intermitente. Sin embargo, una cuarta parte de las mujeres
gestantes tienen pequeñas pérdidas de sangre durante las fases precoces del
embarazo, y de éstas el 50% llevan el embarazo a término. El tratamiento para
una situación de riesgo de aborto consiste en llevar reposo en cama. En mujeres
con varios abortos puede ser necesario el reposo en cama durante todo el
embarazo. El tratamiento con vitaminas y hormonas también puede ser eficaz. En
ocasiones deben corregirse quirúrgicamente las anomalías uterinas si son causa
de abortos de repetición.
En
un aborto espontáneo, el contenido del útero puede ser expulsado del todo o en
parte; sin embargo, en ocasiones, el embrión muerto puede permanecer en el
interior del útero durante semanas o meses: es el llamado aborto diferido. La
mayor parte de los médicos recomiendan la excisión quirúrgica de todo resto
embrionario o placentario para eliminar las posibilidades de infección o
irritación de la mucosa uterina.
2.2. Aborto inducido
El aborto inducido es la interrupción deliberada del embarazo mediante la extracción del feto de la cavidad uterina. En función del periodo de gestación en el que se realiza, se emplea una u otra de las cuatro intervenciones quirúrgicas siguientes: la succión o aspiración puede ser realizada durante el primer trimestre (hasta la duodécima semana). Mediante el uso de dilatadores sucesivos para conseguir el acceso a la cavidad uterina a través del cérvix (cuello del útero), se introduce un tubo flexible conectado a una bomba de vacío denominado cánula para extraer el contenido uterino. Puede realizarse en un periodo de tiempo que va de cinco a diez minutos en pacientes no internadas. A continuación se introduce una legra (instrumento metálico en forma de cuchara) para eliminar por raspado cualquier resto de las cubiertas uterinas. El método de aspiración, introducido en China en 1958, pronto sustituyó al método anterior de dilatación y legrado (en el que la legra se utilizaba para extraer el feto). Durante la primera parte del segundo trimestre la interrupción del embarazo se puede realizar por una técnica especial de legrado-aspiración combinada a veces con fórceps, denominada dilatación y evacuación (DE). La paciente debe permanecer ingresada en el hospital puesto que puede haber hemorragias y molestias tras la intervención. A partir de la semana 15 de gestación el método más empleado es el de infusiones salinas. En esta técnica se utiliza una aguja hipodérmica o un tubo fino para extraer una pequeña cantidad de líquido amniótico del útero a través de la pared abdominal. Este líquido es sustituido lentamente por una solución salina concentrada al 20%. Entre 24 y 48 horas empiezan a producirse contracciones uterinas, que producen la expulsión del feto y la paciente puede abandonar el hospital uno o dos días después. Los abortos tardíos se realizan mediante histerotomía: se trata de una intervención quirúrgica mayor, similar a la cesárea, pero realizada a través de una incisión de menor tamaño en la parte baja del abdomen. Como alternativa a estos procedimientos, existe una píldora denominada RU-486 que bloquea la hormona progesterona y es eficaz en los primeros 50 días de gestación. La RU-486 se desarrolló en Francia y en 1988 se legalizó su uso.
Los
abortos del primer trimestre son relativamente sencillos y seguros cuando se
realizan en condiciones clínicas adecuadas. Los riesgos de complicaciones
aumentan de manera paralela a la edad de la gestante y consisten en
infecciones, lesiones del cuello uterino, perforación uterina y hemorragias.
Hay situaciones clínicas concretas en las que un aborto inducido, incluso
tardío, supone menor riesgo para la paciente que la terminación del embarazo.
3. REGULACIÓN DEL ABORTO
En
la antigüedad la realización de abortos era un método generalizado para el
control de natalidad. Después fue restringido o prohibido por la mayoría de las
religiones, pero no se consideró una acción ilegal hasta el siglo XIX. El
aborto se prohibió para proteger a las mujeres de intervenciones quirúrgicas
que, en aquella época, no estaban exentas de riesgo; la única situación en la
que estaba permitida su práctica era cuando peligraba la vida de la madre. En
ocasiones también se permitía el aborto cuando había riesgos para la salud materna.
Durante el siglo XX la legislación ha liberalizado la interrupción de embarazos no deseados en diversas situaciones médicas, sociales o particulares. Los abortos por voluntad expresa de la madre fueron legalizados primero en la Rusia posrevolucionaria de 1920; posteriormente se permitieron en Japón y en algunos países de la Europa del Este después de la II Guerra Mundial. A finales de la década de 1960 la despenalización del aborto se extendió a muchos países. Las razones de estos cambios legales fueron de tres tipos: 1) el infanticidio y la mortalidad materna asociada a la práctica de abortos ilegales; 2) la sobrepoblación mundial; 3) el auge del movimiento feminista. Hacia 1980, el 20% de la población mundial habitaba en países donde la legislación sólo permitía el aborto en situaciones de riesgo para la vida de la madre. Otro 40% de la población mundial residía en países en los que el aborto estaba permitido en ciertos supuestos —riesgo para la salud materna, situaciones de violación o incesto, presencia de alteraciones congénitas o genéticas en el feto— o en situaciones sociales especiales (madres solteras o con bajos ingresos). Otro 40% de la población mundial residía en países donde el aborto estaba liberalizado con las únicas condicionantes de los plazos legales para su realización. El movimiento de despenalización para ciertos supuestos, ha seguido creciendo desde entonces en todo el mundo y ha sido defendido en las conferencias mundiales sobre la mujer, especialmente en la de Pekín de 1995, aunque todavía hay países que sobre todo por razones religiosas se ven presionados a mantener legislaciones restrictivas y condenatorias con respecto al aborto.
La historia del aborto indica
que la interrupción voluntaria del embarazo ha sido una práctica habitual desde
hace milenios.3 4 En el debate sobre el
aborto
existen controversias de muy distinto carácter: científicas, sanitarias,
socioeconómicas, éticas y religiosas que, en parte,
se recogen en los distintos ordenamientos jurídicos sobre el aborto en cada país, donde la
práctica del aborto inducido puede ser considerado un derecho o un delito.
Cifras sobre el
aborto
En un estudio
publicado en 2007, se estima que en el mundo se realizan entre 42 y 46 millones
de abortos anuales (entre el 20 y el 22% de los 210 millones de embarazos que
se producen en el mundo al año)5 lo que representa,
para quienes consideran al embrión como vida humana la principal causa de
mortandad en la especie.8 9 10 11
Respecto a los abortos
inseguros, habría habido en el año 2008 unos 21,6 millones a nivel mundial,
según un estudio publicado por la Organización
Mundial de la Salud en 2011.12 Según dicha
organización, un aborto inseguro es «un procedimiento para terminar un embarazo
no deseado llevado a cabo por personas carentes de las habilidades necesarias o
en un ambiente que no conforma los estándares médicos mínimos, o ambos».[13] [14] [15] es decir, abortos en los que la vida de la mujer está en peligro. En América Latina y en el Caribe, en 2000, se realizaron 29 abortos inseguros por cada 1000 mujeres de
entre 13 y 44 años de edad, más del doble del promedio mundial de 14 abortos
por cada 1000 mujeres y 32 abortos por cada 1000 nacimientos. Se estima que el
aborto inseguro constituye la tercera entre las causas directas (13%), después
de las hemorragias (25%) y las infecciones (15%) de las 536.000 muertes
maternas que se producen cada año en el mundo, aunque en América Latina la
fracción de muertes maternas debidas al aborto inseguro alcanza el 17%.En
América Latina y en el Caribe, de los 18 millones de embarazos que se producen
cada año, 52% no son planeados y el 21% de ellos terminan en un aborto. Según
algunos estudios, en América Latina se practicarían anualmente unos 3,7
millones de abortos inseguros. El riesgo de muerte a causa del aborto inseguro
en los países en desarrollo es de 370 por cada 100.000 casos. El número de
mujeres que mueren a causa del aborto anualmente es 68.000, lo que equivale al
13% de la mortalidad materna. En América Latina, el aborto inseguro es
responsable del 17 % de las muertes maternas.
Procedimientos para la inducción del aborto
Frecuencia de las
diferentes técnicas de aborto inducido según la edad
gestacional; la mayoría son
técnicas de aborto quirúrgico (el aborto con
medicamentos es una
técnica de uso hasta las 9 semanas):
1.º trimestre (0-12 semanas del desarrollo embrionario):
2.º trimestre (12-28 semanas):
* Inducción al parto prematuro
3.º trimestre (28-30 semanas):
El aborto puede ser inducido de muchas maneras, y la elección depende del
tiempo de gestación o desarrollo del embrión o feto, de la salud de la madre, del contexto
socioeconómico en el que se tome la decisión y se realice el acto,
especialmente el acceso a los servicios médicos, y de los límites puestos por
la legislación, entre otros factores.
Procedimientos bajo control sanitario
Aborto con medicamentos o químico
El aborto químico o farmacológico consiste en la interrupción del
desarrollo del embrión y en su eliminación por el canal del parto, todo ello
inducido por lo que suele ser una combinación de fármacos. Solo es factible en
las primeras semanas del embarazo y representa el 10% de los abortos realizados
en los Estados Unidos.[cita requerida]
En Europa el uso es
desigual, así, en Portugal supone
el 67% de las IVE (interrupción voluntaria del embarazo), en Francia el 49%; en Inglaterra y Gales el
40%, en Escocia y Finlandia el 70%, en España solamente el 4%, en Italia menos
del 4% ya que comenzó su venta en diciembre de 2009.[22]
Este tipo de procedimiento suele ser el preferido cuando es posible, porque
no requiere anestesia ni
tampoco una intervención
quirúrgica (el uso de instrumentos), siendo los
mayores inconvenientes el sangrado y que
la mujer puede observar el proceso y el embrión expulsado, lo que es
psicológicamente doloroso para aquellas mujeres que dudan de la moralidad o de
la conveniencia del acto.
El procedimiento ve reducida su efectividad después de la séptima semana de
desarrollo. A pesar de su relativa sencillez, el proceso requiere una
vigilancia médica continuada para asegurar el éxito, para prevenir posibles
complicaciones, y también a menudo porque la evacuación es incompleta y
requiere la intervención final de un médico. Los regímenes más comunes son:[23]
- Mifepristona con misoprostol. La
mifepristona junto con misoprostol es el método químico más habitual,
administrado hasta las primeras 7 a 9 semanas de embarazo (49 a 63 días).
El método consiste en administrar mifepristona a dosis altas (600 mg según
protocolo FDA) y, a los dos días una
pastilla de misoprostol (400 µg) que
provoca contracciones en el parto. La mifepristona es un antagonista de la progesterona, hormona
necesaria para la continuidad de la gestación. Para garantizar la
expulsión se usa el misoprostol. El protocolo presenta contraindicaciones diversas, por ejemplo con el uso previo continuado
de terapias basadas en esteroides.[24] [22]
- Misoprostol solo. Hasta
49 días de gestación: 800 mg. (200 mg cada 24 h), y hasta 3 veces (cuando
existe alguna contraindicación o alergia a la Mifepristona o el acceso a
la misma es absolutamente imposible). embarazos de 49 días a 20 semanas: 2
o 3 comprimidos de Misive 200 por vía vaginal cada 4 a 6 horas,
respectivamente. En embarazos mayores a 20 semanas, se tenderá a utilizar
una dosis de 400 mg. 200 cada 4 a 6 horas o incluso menores según
respuesta.[25]
- Metotrexato con misoprostol. El
metotrexato se administra con una inyección y afecta a las células en
proliferación del embrión, provocando la interrupción de su desarrollo.
Unos días después, la administración de misoprostol, un análogo
semisintético de la PGE1 prostaglandina que estimula
la contracción del útero, provoca la expulsión de
sus restos. El procedimiento está contraindicado en distintas condiciones
médicas, como por ejemplo la insuficiencia renal.
Aborto quirúrgico
Aborto por
aspiración, a las ocho semanas de la gestación (seis después de la
fertilización).
2: Embrión
3: Útero
6: Conexión a bomba de aspiración.
Se denomina aborto
quirúrgico al conjunto de técnicas quirúrgicas que tienen el fin de provocar el
aborto, es decir, terminar voluntariamente el proceso gestacional.
El método quirúrgico más empleado antes de las 7 semanas de embarazo es el aborto por aspiración. Consiste en la
remoción del feto o del embrión a través de succión, usando
una jeringa manual o una bomba
eléctrica de aspiración. La
aspiración manual se denomina también minisucción o extracción menstrual. Se aplica solo durante las primeras
semanas y no requiere dilatación cervical (véase también cérvix o cuello uterino). Para
estas primeras semanas, se habla de interrupción
del embarazo, más que de aborto, aunque en realidad ambos términos
son sinónimos. Los pro vida afirman
que eso es una denominación
eufemística. A partir de la semana decimoquinta y hasta la
vigesimosexta, se requiere dilatación cervical y manipulación quirúrgica,
además de succión. Este
método fue demostrado en detalle en una ecografía en el
documental titulado The silent scream (El grito silencioso),
producido por el doctor Bernard N. Nathanson, quien durante los años setenta
fue el propietario de una de las clínicas más grandes de aborto en los EE. UU.
El método de dilatación y raspado (véase legrado) es un método general que se
emplea también durante el examen médico para tomar muestras o para la detección
de ciertos tipos de cáncer. Se conoce también con el nombre de nacimiento parcial, y suele hacerse entre la sexta y la
decimocuarta semanas. La Organización
Mundial de la Salud (OMS) recomienda que este método no se use salvo cuando
la aspiración manual no es factible, y de hecho su uso es
poco frecuente. El legrado sirve
para limpiar las paredes del útero con una cureta.[26]
En estados avanzados de la gestación, si se ha de
practicar un aborto por razones terapéuticas, se usan otros procedimientos
adecuados para el mayor estado de desarrollo del feto. Se puede inducir el parto prematuro usando prostaglandinas, a la
vez que se inyecta suero salino
o urea en el líquido
amniótico, que causa quemaduras fatales en el feto. En los casos
más avanzados se usan técnicas excepcionales, como la llamada "de
dilatación y extracción
intacta" o "aborto por nacimiento parcial", que
requiere dos o tres días de preparación, para asegurar la dilatación cervical
necesaria, y los fármacos que induzcan el parto. El médico manipulará al feto,
para hacer salir primero sus piernas, hasta dejar adentro solo la cabeza, si
así es necesario. Por último, se vacía el encéfalo por succión después de practicar
una incisión en la base del cráneo. Esta técnica, que es polémica, se aplica en
menos de la sexta parte de los abortos tardíos practicados en los Estados
Unidos (por supuesto, estamos hablando aquí de un feto, que es una etapa mucho
más avanzada del desarrollo del producto, y no de un embrión, que representa
únicamente los primeros tres meses de desarrollo), y fue prohibida por la administración
Bush, pero fue apoyada por Tony Blair en el Reino Unido.
La elección de una u otra técnicas depende de cuán avanzado esté el
embarazo y si el dilatación cervical resulta o no necesaria.
Desde la decimoquinta semana hasta la vigésimo sexta semana de embarazo, se
usa el método de dilatación
y evacuación (D & E), que consiste en la apertura del cuello uterino,
vaciándolo mediante el uso de instrumentos quirúrgicos y succión.
Es necesario usar otras técnicas para inducir el aborto a partir del tercer
trimestre. El parto prematuro puede
ser provocado por la prostaglandina, que
puede aplicarse junto con una inyección de líquido
amniótico con soluciones cáusticas (salinas) o urea.
Después de la 16ª semana de gestación, el aborto puede ser provocado por la
compresión craneal intra-uterina, que requiere la descompresión de la cabeza
del feto antes de su evacuación. El aborto por histerotomia es un procedimiento
parecido a la cesárea, y se
practica bajo anestesia general, por ser considerado una cirugía
abdominal de importancia.[27]
Cuando el feto está en una edad gestacional avanzada, de seis a nueve
meses, algunos países aplican el método de aborto por nacimiento parcial,
procedimiento que ha provocado varias controversias legales.[28]
De las 20 hasta las 23 semanas de embarazo, será necesaria una inyección
para detener el corazón del
feto.[29] Las
técnicas tardías ponen en mucho mayor riesgo la salud de la madre.
Posibles consecuencias médicas adversas
El aborto, además de terminar con el embarazo, y la existencia del embrión
o feto ―según el caso―, no es una intervención exenta de riesgos para la madre.
Sin embargo, los riesgos son menores que los de un parto normal. Los riesgos de
métodos abortivos, como todos los procedimientos mínimamente invasivos, tienen
un riesgo mínimo de complicaciones serias. Este riesgo puede aumentar
dependiendo cuán avanzado esté el embarazo.
Riesgos físicos
- El aborto por succión, legrado, o aspiración, puede
causar: infección, trauma de cérvix, peritonitis, endometritis, laceración
o perforación del útero, hemorragia, trauma renal, inflamación de la
pelvis, embolismo, trombosis, esterilidad, etcétera.
- El aborto por dilatación y curetaje presenta los
mismos riesgos que el método anterior, además de perforación uterina,
hemorragia, infección del tracto genital, laceración intestinal, absceso
pélvico y tromboembolismo.
- El aborto por dilatación y evacuación tiene los
riesgos descritos para todos los sistemas anteriores, además de infección
pélvica, renal, de la cérvix e infección peritoneal. Además, puede
provocar que la mujer tenga futuros embarazos ectópicos, o bebés con peso por debajo del normal, o incluso
nacidos muertos, o con serias malformaciones.
- Un aborto por inyección salina tiene por posibles
consecuencias, la ruptura del útero, embolismo pulmonar o coágulos
intravasculares
- El aborto mediante la suministración de prostaglandinas puede
provocar la ruptura del útero, sepsis, hemorragias, paro cardíaco, vómito
y aspiración de este, embolia cerebral y fallo renal agudo.
- El aborto mediante extracción menstrual, que se
practica solo en las primeras siete semanas del embarazo, es un método que
no discrimina entre que la paciente esté embarazada o no, actuando en
ambos casos. Además, puede realizarse solo una aspiración incompleta, que
conllevará una posterior infección.
- El aborto mediante la suministración de mifeprex o mifepristona (RU-486) puede conllevar una grave infección bacteriológica, sepsis sanguínea y sangrado prolongado y abundante, lo que podría requerir una cirugía y posterior muerte de la madre.A su vez, el fármaco que se utiliza junto con la RU-486: misoprostol (Cytotec), puede causar sangrado excesivo, pérdidas de sangre, calambres, etcétera.En ocasiones, los bebés han sobrevivido a la ingesta, por parte de la madre, de estos fármacos; en estos casos, casi siempre han nacido con anormalidades físicas y mentales.
- El aborto por nacimiento parcial conlleva serios
riesgos de ruptura o perforación del útero, lo que podría causar una
hemorragia y terminar en una histerectomía ―extracción del útero―
- La píldora del día después, ―o anticonceptivo de emergencia―, debido al LNG (Levonorgestrel)
que contiene conlleva alteraciones patológicas vasculares: hemorragias,
microhemorragias, spotting, etcétera. Diversos estudios, afirman también
que este fármaco induce cambios funcionales en los vasos sanguíneos.
Además se han descrito otras consecuencias:
- Daños causados a las trompas de falopio si se presenta una infección.
- Partos complicados y aumento del número de abortos
espontáneos.[44]
- Aumento de la tasa de nacimientos por cesárea, y partos prematuros (anteriores a las 32 semanas de gestación).
- Placenta previa, la cual hace
necesaria una cesárea para salvar la vida de la madre y su hijo.
- Isoinmunización ―inmunización contra la sangre de otra persona― en
pacientes Rh negativo.
- También se ha descrito aparición de cáncer de mama, en mujeres que abortaron de su primer bebé en el
primer trimestre de embarazo.[49] [50] [51]
Sin embargo, otros estudios no encuentran diferencias significativas entre
mujeres que han abortado y mujeres que no.[52] [53] [54] [55] Melbye
e investigadores realizaron un estudio que incluía a 1,5 millones de mujeres
danesas sin encontrar diferencias en el riesgo de contraer cáncer de mama.
Riesgos psicológicos
Para la mayoría de las mujeres, la decisión de tener un aborto es difícil.
El Royal College of Psychiatrists, la principal organización profesional de
psiquiatras del Reino Unido, afirma
que el asunto de la relación entre aborto provocado y los efectos sobre la
salud mental de la madre no está del todo resuelto. Existen algunos estudios
que no encuentran consecuencias negativas, y otros que sí.[56] Por
tanto, como el aborto voluntario quizás podría suponer un riesgo para la salud mental de las mujeres,
recomienda que se asesore convenientemente sobre estos riesgos a quienes deseen
abortar.[57]
La National Abortion Federation estadounidense sostiene que,
científicamente, no existe evidencia de un estrés "post-aborto" a largo plazo,
ni de depresión ni ansiedad ni de ninguna otra enfermedad psicológica, concluyendo
que el mayor estrés es previo al proceso, e indicando que la gran mayoría de
las mujeres afirman experimentar una posterior situación de alivio.[58]
Por el contrario, un estudio publicado en el Journal of Child Psychiatry
and Psychology y financiado por el gobierno de Nueva Zelanda
determinó que el 42% de las mujeres bajo seguimiento que abortaron antes de los
25 años sufrían de depresión; esta
cifra es el doble de las que nunca estuvieron embarazadas, y 35% mayor que
quienes decidieron seguir con su embarazo. El mismo estudio estableció que
aquellas que abortaron eran dos veces más propensas a beber alcohol a niveles peligrosos que
aquellas que no lo hicieron, y tres veces más propensas a depender de drogas ilícitas.
En 2008, el British Journal of Psychiatry publicó un estudio que
concluye que el aborto intencionado aumenta la probabilidad de sufrir
trastornos psíquicos.
En 2011, The British Journal of Psychiatry publicó un estudio de Priscilla K.
Coleman en el que se concluye que el aborto aumenta el riesgo de
padecer problemas mentales en las mujeres que lo practican.
Algunos proponen que los efectos psicológicamente adversos del aborto deben
ser referidos como una condición especial llamada "síndrome
post-aborto". Sin embargo, la existencia de este "síndrome" no
ha sido reconocida por ninguna organización médica o psicológica, y
algunos médicos y partidariospro-elección han argumentado
que la idea de popularizar este "síndrome post aborto" es una táctica
usada por partidarios pro-vida por
razones políticas.
Aspectos legales aborto terapéutico y aborto voluntario
La mayor parte de las legislaciones reguladoras, tanto las permisivas como
las restrictivas, distinguen entre aborto terapéutico y aborto electivo o
voluntario.
Aborto terapéutico. Imagen de un embrión extraído durante un aborto practicado como consecuencia
de una operación de extirpación de útero, a una mujer embarazada de unas 10 semanas, y enferma de
cáncer de cérvix.
Aborto terapéutico
Es el que es justificado con razones médicas:
- para salvar la vida de la madre, cuando la continuación
del embarazo o el parto significan un riesgo grave para su vida;
- para salvar la salud física o mental de la madre,
cuando estas están amenazadas por el embarazo o por el parto;
- para evitar el nacimiento de un niño con una
enfermedad congénita o genética grave que es fatal o que le condena a
padecimientos o discapacidades muy graves, o
- para reducir el número de fetos en embarazos
múltiples hasta un número que haga el riesgo aceptable.
Aborto electivo
El realizado por otras razones. Cuando el embarazo es el resultado de un delito de naturaleza sexual (violación) o de la
aplicación de una técnica de reproducción
asistida no consentida por la madre.
También se incluyen, como razones: la minoría de edad de la madre, la
incapacidad para cuidar a un hijo por razones económicas o sociales y el deseo
de ocultar el estigma que representa en ciertos contextos sociales un embarazo
fuera del matrimonio.
Aborto por indicación médico-legal
Se entiende por aborto por indicación médico-legal al acto médico o
quirúrgico que consiste en la interrupción voluntaria de la gestación en los
casos en que el derecho interno de cada país prevé la no imposición de una pena
por tal motivo, aunque el aborto en general sea considerado un delito.
La importancia del aborto por indicación médico-legal está en que facilita
que estas interrupciones se practiquen dentro del ámbito sanitario
institucional, eliminando riesgos innecesarios para las mujeres.[67]
Aspectos jurídicos
No punible si la
interrupción del embarazo se realiza antes de un plazo establecido. No punible
en casos de riesgo para la madre, violación, defectos en el feto o factores
socioeconómicos. No punible en casos de riesgo para la madre, violación o
defectos en el feto. No punible en casos de riesgo para la madre o violación.
No punible en casos de riesgo para la madre. Punible sin excepciones. Varía por
región. No hay información. Nota: En la mayoría de los países y
supuestos citados, la intervención ha de efectuarse antes de plazos
establecidos.
El aborto, entendido como la interrupción intencional del embarazo,
es, dependiendo del ordenamiento
jurídico vigente, una conducta punible o no punible, atendiendo a las
circunstancias específicas.
De esta manera, dependiendo del país que lo contemple, es considerado un delito penalizado en cualquier circunstancia,
o un derecho de la gestante. En otros países, aún siendo también un delito se
mantiene despenalizado en ciertos casos siempre que medie el consentimiento
materno.
En la actualidad, la legislación en la mayor parte del mundo contempla la
despenalización del aborto, siguiendo la recomendación de la Organización de las Naciones Unidas,[68] para
supuestos intermedios, siempre tomando la voluntad de la embarazada como
requisito sine qua non para una posible no punición.
Los ordenamientos jurídicos que despenalizan el aborto en alguno o todos
los supuestos, lo hacen desde las siguientes perspectivas:
- El sistema anglosajón desarrolla los derechos fundamentales de la mujer
desde la perspectiva de su derecho a la intimidad y en relación con la
idea de ‘viabilidad’.
- El modelo europeo-continental, a su vez, vincula el aborto con el derecho general
a la libertad de la mujer, ya sea que se le especifique como libertad
reproductiva (véase derechos reproductivos) o como derecho a la autonomía.
- En el sistema islámico. En la mayoría de países islámicos, el aborto solo
se consiente por razones médicas en las que la madre corre grave peligro.
- El sistema internacional de protección de los derechos humanos ―así las organizaciones no
gubernamentales (ONG)
internacionales como por ejemplo Amnistía Internacional, como los organismos de protección de DD.HH. de
carácter universal, como la Comisión y Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas o la Organización Mundial de la
Salud― relaciona el problema de la despenalización del
aborto con el derecho que tienen las mujeres a no ser sometidas a tratos
crueles, inhumanos o degradantes; es decir, con la prohibición general de
la tortura.
La normativa sobre el aborto es un tema sumamente polémico, puesto que,
tanto los promotores de una posición como sus detractores, argumentan defender
un derecho humano. Los
defensores del aborto esgrimen el derecho a la libertad, autonomía o intimidad
de la gestante, y sus detractores el derecho a la vida que le conceden al nasciturus.
El aborto en el mundo
Para consultar las
tablas con la situación legal del aborto inducido, en cada país del mundo,
véase Anexo:Aborto
(legislación).
El 25% de la población mundial vive en 54 países que lo prohíben
completamente o lo permiten solo para salvar la vida de la mujer. Entre los
países que sancionan el aborto de modo total y sin admitir excepción alguna se
encuentran: El Salvador, Honduras, Chile, Filipinas, Somalia, Andorra, Vaticano, Malta,República
Dominicana, Luxemburgo e Irlanda. Estos países que han decidido
la penalización absoluta son hoy una minoría en la comunidad internacional. El
principal argumento en estos países es que se considera más importante el
derecho a la vida del nonato ―que debe ser protegido por el Estado―, que el
derecho a abortar de la mujer.
El 62% de la población mundial vive en 55 países donde el aborto inducido
está permitido, ya sea sin restricciones en cuanto a su causa; ya sea por
motivos terapéuticos, quirúrgicos, eugenésicos, sentimentales, y hasta por
razones socioeconómicas. Adicionalmente, algunas legislaciones establecen
requisitos previos, tales como períodos de espera, la provisión de información,
la opinión de varios médicos, o la notificación al cónyuge o a los padres de la
embarazada o lo admiten sin restricciones, como Canadá.
Aspectos religiosos
Cristianismo
En el Antiguo
testamento no se menciona el aborto voluntario, aunque el aborto
causado debido a luchas externas aparece penalizado. En este punto, la ley
hitita era similar. Las leyes asirias, sin embargo, penalizaban incluso
el aborto inducido, quizás porque el Estado necesitaba guerreros para su
ejército.[cita
requerida] Bajo la
influencia griega, la versión
Septuaginta del Libro del Éxodo 21.22
hizo una distinción entre un feto no formado y uno formado, estando el último
tratado como una persona independiente.[69] Esta
distinción entre un estado temprano y tardío del feto era bastante común en el
mundo antiguo, y fue defendida por Aristóteles al distinguir
entre almas y subalmas humanas. Así, el tiempo de la entrada de un alma humana
era comentado por Aristóteles a los 40 días después de la concepción para un
varón y 90 para una hembra. Muchos teólogos católicos aceptarán luego esa
herencia aristotélica de diferente manera; entre ellos Tertuliano, Orígenes, Agustín y Tomás de Aquino.
Por su parte, la teoría de que el alma humana no entra en el cuerpo hasta
el nacimiento fue defendida por Platón y fue determinante para el Derecho romano. Solo
raramente el aborto fue tratado como un homicidio, incluso cuando esto era
punible. En el lado opuesto tenemos sobre todo a los pitagóricos, quienes
pusieron énfasis en el culto a una noción de medicina-religión para proscribir
el aborto, algo con lo que alineará Hipócrates.
En el cristianismo primitivo se encuentra un culto privado de Asia Menor,
quizás pitagórico, que se oponía al aborto.[cita
requerida] También algunos
pensadores griegos y romanos se oponián al aborto por otras razones que la de
la humanización sino por suponer una interferencia en el derecho del padre
respecto al niño.[70]
Catolicismo
La Iglesia Católica se
opone al aborto desde los primeros siglos del cristianismo hasta nuestros días.
Considera al ser humano vivo desde el momento de la concepción. Así se afirma,
por ejemplo, en la encíclica Humanae vitae del
papa Pablo VI.[71]
- Las amenazas a la vida se
producen en la relación entre padres e hijos, como sucede con el aborto.
- Además, el panorama actual
resulta aún más desconcertante debido a las propuestas, hechas en varios
lugares, de legitimar, en la misma línea del derecho al aborto, incluso el
infanticidio, retornando así a una época de barbarie que se creía superada
para siempre.
- «Mi embrión tus ojos lo
veían» (Salmo 139 138, 16): el delito abominable del aborto
- Entre todos los delitos
que el hombre puede cometer contra la vida, el aborto procurado presenta
características que lo hacen particularmente grave e ignominioso. El
Concilio Vaticano II lo define, junto con el infanticidio, como «crímenes
nefandos».
Históricamente, no siempre el magisterio de la Iglesia católica ha
condenado el aborto como homicidio o asesinato,[cita
requerida] aun cuando se
hayan dado discusiones teológicas sobre el momento de la creación del alma (véase, por ejemplo, el artículo traducianismo).
Los Padres de la Iglesia no han sido unánimes en los criterios de reprobación
del aborto.[73] [cita
requerida]
En el siglo XII, Pedro Lombardo comentó
acerca de la referencia al aborto que existe en la Biblia: la que aparece en el Libro
del Éxodo (21.22), en donde se distinguen dos tipos de aborto: uno que
suprime a un ser humano ya formado y con alma humana ―y en cuyo caso es
homicidio― y otro en el que se elimina a un ser "informe" y sin alma
propiamente humana, por lo que se debía pagar una multa.[cita
requerida]
Más tarde, santo Tomás de Aquino[74] se
adhiere a esa tesis aristotélica afirmando por tanto una diferencia en el
pecado. Así, en sus Comentarios a las sentencias de Pedro Lombardo (III)
se suma a la tesis aristotélica de que el alma entra a los 40 días en el caso
de varones y 90 en el de hembras.[75] Santo
Tomás asume además un punto de vista un tanto moderno al dejar a la embriología
una mayor precisión del tiempo para corregir estos aspectos con más exactitud.[76]
- Al principio, el embrión
tiene un alma solo sensitiva que es sustituida por otra más perfecta, a la
vez sensitiva e intelectiva, como trataremos exhaustivamente más adelante
(Summa Theologica I, q. 76).
- En la generación del
hombre lo primero es lo vivo, luego lo animal y por último el hombre (Summa
Theologica II-II, q. 64).
- Debemos observar una
diferencia entre el proceso de generación en el hombre y los animales del
aire o el agua. La generación del aire es simple ya que solo dos formas
substanciales aparecen; una que es desplazada y otra que es inducida. Y
todo esto tiene lugar en un instante y a la vez, de manera que la forma
del agua permanece durante todo el periodo precediendo a la inducción de
la forma del aire. Por otro lado, en la generación de un animal aparecen
diversas formas substanciales: primero el semen, luego la sangre y así
hasta que encontramos la forma de un animal o un hombre. (Sobre el
poder de Dios, q. 3, a. 9, ad 9. Cf. Summa contra gentiles, II,
Ch. 89, 11; Summa Theologiae, Ia, q. 119, a. 2).
- Como es alma está unida al
cuerpo como su forma, está unida al cuerpo como su acción propia. El alma
es "la acción de un cuerpo orgánico" (Aristóteles, II De Anima,
412b, 5-6). Por lo tanto el alma no existe en el semen en cuanto acto
(como opuesto a en potencia o virtualidad) antes de la organización del
cuerpo. (Summa contra gentiles, II, ch. 89).
A pesar de que el punto de vista de santo Tomás conlleva cierta actualidad por
una mayor conciliación con la ciencia moderna, en la teología neoescolástica
tomista del siglo XX se considera que santo Tomás no contaba en su momento con
los datos científicos que tenemos ahora, y que incluyen dinámicas propias así
como el conocimiento del ADN. Este argumento es un punto de apoyo para que en
el siglo XX la Iglesia católica defienda la posición de que en el momento de la
fecundación aparece un nuevo ser, con dinámica propia e información genética
completa aunque su estado sea de dependencia con respecto a la madre.
Las tesis de santo Tomás explican cuando el alma es insuflada por Dios en
el ser humano. Y si bien esto resulta incompatible con los argumentos que
equiparan aborto a homicidio o asesinato, los defensores de este otro punto de
vista señalan a menudo que no se puede atribuir a santo Tomás una postura
favorable al aborto por citas como la siguiente:
Servimos a un propósito más grande y significante, la manifestación de la
bondad de Dios, y en ese gran contexto somos simplemente medios para el fin de
Dios. [...] Dios quiere su propia bondad como un fin, y quiere que todas las
cosas sean un medio para ese fin.
Tomás de Aquino, Summa contra gentiles I. 86. 718
Por lo tanto, a pesar de la postura oficial de la Iglesia católica, se debe
señalar ese debate en la teología católica en lo que se refiere al momento en
que se puede considerar al alma humana, a un "ser humano", a los
tiempos de desarrollo del mismo así como al tipo de pecado relacionado, o si es
que este existe. Las distintas corrientes de opinión pueden quedar resumidas
en:
- Los partidarios de la animación inmediata (desde el
momento de la concepción). Dentro de esta posición, destacaron los que
consideraban el origen del alma humana por una preexistencia anterior a su
unión con el cuerpo (platonismo
cristiano) o por una derivación del
alma de los padres (traducianismo).
- Los partidarios de la animación mediata o retardada
(después de un cierto tiempo). Entre los que defendían esta postura,
estaban parte de los que aceptaban que las almas son creadas por Dios, creación que podía tener lugar unos días después
de la fecundación (según Aristóteles, por
ejemplo).
La tesis de la «animación mediata» sostenida por santo Tomás de Aquino fue
la que se impuso y la que pasó a ser oficial. Como se ha comentado, santo Tomás
sostenía que no era hasta los 40 días cuando Dios insuflaba el alma en los
hombres y 90 días en el caso de las mujeres.[75] En
consecuencia, la tesis de la humanización retardada fue la opinión
mantenida de forma general durante la Edad Media, determinando
que el alma era insuflada
por Dios a los 40 días en hombres, y a los 90 en mujeres.
Una razón de peso por la que los teológos católicos partidarios de la
animación inmediata han mantenido que el alma se insufla en el momento de la
concepción reside en que la nueva alma no es derivativa de la de sus padres, y
por lo tanto supone un hecho divino. Bajo esta línea se puede citar por ejemplo
el Didaké o a Tertuliano.
Este punto es sin duda el que causa más problemas de conciliación con el
saber científico. Algunos autores señalan que los teólogos de esta tendencia se
alinean en realidad con filósofos modernos, como Kant o Leibnitz, ya que la
idea de que el alma existe en el mismo momento de la concepción surge con más
fuerza principalmente en el siglo XIX. Si en los siglos anteriores era
preeminente la visión de santo Tomás, en el siglo XX la postura oficial de los
papas es en contra de cualquier tipo de interrupción del embarazo. El papa Juan
Pablo II escribió en este sentido de manera inequívoca en diversas encíclicas y
una línea similar es mantenida por Benedicto XVI. Estas encíclicas son
discutidas por los defensores de perspectivas distintas, tanto dentro la comunidad
católica como fuera de ella en ámbitos intelectuales o teológicos.
También a partir del siglo XX se empieza a recuperar algo del protagonismo
de la mujer y lo femenino en el debate, hasta entonces muy secundario o
inexistente. Así, teólogas como Teresa Forcades ―monja
benedictina considerada proabortista y teóloga de izquierda que fue reprendida por el Vaticano por
ir contra la defensa de la vida y del derecho del no nacido que hace la
Iglesia―,[cita
requerida] señalan la
importancia de no interferir en la decisión de la madre y en el vínculo
especial y distintivo de dependencia entre ambos que ha sido diseñado por Dios
y en donde se incluye la decisión de la maternidad.
Dios pone la vida del feto mientras no es viable en las manos de su madre
(en las entrañas de su madre) y ha vinculado la vida biológica de este a la
vida espiritual de ella. Nosotros haremos bien de respetar esta vinculación
primaria. Mientras el feto no puede sobrevivir independientemente de la madre,
le corresponde a ella la responsabilidad moral de decidir sobre su futuro, que
es también el de ella, ya que la madre no gesta el hijo solo biológicamente,
sino también espiritualmente, con su amor, con su deseo de que éste viva, con
la alegría de llevarlo al mundo. Respetar la decisión de la madre es respetar
la integridad de su conciencia moral, incluso aceptando que objetivamente se
pueda equivocar.
Al margen de los debates de cada momento histórico ―actual o del pasado―
debe entenderse que existe una herencia diversa que es propia a la teología
católica por sus raíces en el pensamiento aristotélico y platónico. Cabe
recordar que de cualquier forma la iglesia católica no aplica a los casos de
aborto de corta gestación aquellos sacramentos y ritos que suponen la
existencia de un alma, como el bautismo o los que se dan por el alma de un
fallecido.
Aspectos biológicos y médicos
Desde un punto de vista científico, existe una clara división entre los
científicos.
Por un lado, están quienes defienden que el embrión es una vida humana
desde el momento de la fecundación, independientemente del grado de desarrollo
y de la viabilidad del feto fuera del útero. Estos sostienen:
Los cuerpos de la mujer y del embrión son distintos, pues el ADN del feto es diferente al de la madre, por lo que se
considera un ser distinto, tal y como define la Genética ―al apuntar que la fecundación es el momento en que se constituye la identidad genética
singular―; la biología celular ―que explica que los seres pluricelulares se constituyen a partir de una única célula inicial, el cigoto, en cuyo núcleo se encuentra la información genética (huella
genética) que se conserva
en todas las células y que es la que determina la diferenciación
celular―, y la Embriología ―que describe el desarrollo embrionario y revela cómo se
desenvuelve sin solución de continuidad―».
Así, derivan en que independientemente de cuál sea el desarrollo del embrión,
este debe ser protegido.
Por otro lado, están los que rechazan que el embrión sea una vida humana
desde la fecundación, existiendo dentro de este grupo diversas posturas
respecto al momento en el que puede considerarse que comienza a existir un ser
humano. Por ejemplo, algunos científicos opinan que «el embrión de 12 semanas
no es un individuo biológico, ni mucho menos una persona: carece de vida
independiente, ya que es totalmente inviable fuera del útero. El desarrollo del
cerebro está apenas en sus etapas iniciales, y no se han establecido las
conexiones nerviosas que caracterizan al ser humano. El embrión, por tanto, no
experimenta dolor ni ninguna otra percepción sensorial».
En lo que se refiere a la inviabilidad fuera del útero, Janet
di Pietro, de la Universidad
Johns Hopkins, sostiene que no se debe sobrevalorar el momento del
parto, y que las leyes deberían basarse en el reconocimiento de la existencia
de un cerebro capaz de condicionar ciclos de vigilia y sueño antes del parto.[cita
requerida]
Existe también la postura, dentro del colectivo científico, que niega el
debate legal-filosófico, desde el punto de vista científico, y rechazan la
«utilización ideológica y partidista de la ciencia [...] presentando como
argumentos científicos lo que pertenece al ámbito de las creencias personales,
ideológicas o religiosas», puesto que para ellos «el momento en que un ser
puede considerarse humano no puede establecerse mediante criterios científicos,
ya que el conocimiento científico puede clarificar características funcionales
determinadas, pero no puede afirmar o negar si esas características confieren
al embrión la condición de ser humano, tal y como se aplica a los individuos
desarrollados de la especie humana».
Recientemente se ha incorporado al debate bioético el concepto de "preembrión"
con intención de diferenciar los primeros 14 días de desarrollo del "nasciturus"
("el que ha de nacer") del resto (es decir, durante la primera etapa
de desarrollo
prenatal). Aceptar el concepto de preembrión, suponiendo que este
no es un individuo biológico distinto a la madre, llevaría a una recalificación
bioética de las intervenciones durante los primeros 14 días, ya sea por su
eliminación en el microaborto o por
su manipulación durante la investigación sobre sus células pluripotenciales o
"células madre" (stem cells) en laboratorios de ingeniería
genética. Por otro lado, están quienes consideran que "el
término "preembrión" carece de fundamento científico y pretende
justificar diferentes investigaciones en el embrión, sin que existan trabas
éticas y legales". El concepto de "preembrión" tiene su origen
en las investigaciones llevadas a cabo con cerdos por el
embriólogo Washington en 1927, quien estudió
el fenómeno de la gemelación observando la placenta de cerdos hembra
procedentes de mataderos. Después de mucho trabajo, no logró distinguir el
proceso antes de los 20 días, y para no dejar la investigación detenida,
propuso una hipótesis de trabajo y dibujó un esquema, que ha sido reelaborados
varias veces, para completarlo de acuerdo con la imagen que nos dan los nuevos
descubrimientos, pero que no ha sido contrastado empíricamente desde entonces.
Los análisis de ADN[101] supondrían
una prueba en su contra, puesto que el ADN del supuesto preembrión, el del
embrión, y el del mismo individuo una vez adulto, son el mismo.
Aspectos sociales
El aborto inducido ha sido y es diversamente considerado en distintas
sociedades: para algunos es un procedimiento más para la limitación de la
progenie; para otros, es un atentado contra la vida de un ser humano no nacido.
El argumento esgrimido por los que rechazan el aborto ―autodenominados Provida―, es “que el embrión o feto, es
un ser humano con derechos humanos, incluido el de nacer, crecer y tener una
familia”. Mientras los que defienden la libre elección de la mujer ―y
autodenominados Proelección―
esgrimen el argumento de que “Toda mujer tiene derecho a la privacidad, a la
salud y a la integridad física, por tanto debe escoger si tiene o no un aborto,
más aún en situaciones extremas, como embarazo luego de una violación,
malformación diagnosticada del bebé o cuando peligra su vida”
Se estima que cada año 46 millones de mujeres recurren al aborto inducido
para dar por terminado un embarazo no deseado. El tratamiento legislativo varía
enormemente de un país a otro, pero actualmente el 62% de la población mundial
vive en 55 países donde el aborto inducido está permitido, mientras que el 25%
de la población mundial vive en países que lo prohíben y penalizan. La OMS estima que cada año ocurren 20 millones
de abortos inducidos.
Mortandad debida al aborto en condiciones insalubres
La Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que los abortos en condiciones
sanitarias inadecuadas son una causa mayor de mortalidad femenina, con un total
aproximado de 68.000 muertes al año en el mundo, lo que representa alrededor
del 13% de las 527.000 muertes maternas, es decir, por razones
obstétricas.Estudios publicados el año 2010 hablan de un número de muertes
maternas alrededor de 343.000.El porcentaje es muy desigual según las regiones,
alcanzando hasta el 30% de las muertes maternas en algunos países.El riesgo es
estadísticamente mayor donde el aborto en condiciones clínicas seguras no es
accesible, ya sea por razones legales, sociales, económicas o de otro tipo.Los
abortos clandestinos, por tanto, generan un problema de salud pública, por el
índice de muertes y por las consecuencias que tienen en la vida de las mujeres.
El aborto clandestino es inseguro porque no se da en condiciones que puedan
garantizar una intervención óptima. Se recurre a personal no especializado. Se
pone en riesgo la vida de la mujer. Las hemorragias y otras complicaciones del
aborto incompleto son una de las causas de la mortalidad materna.[cita requerida]
En América Latina y el Caribe, 5000 mujeres mueren cada año debido a
complicaciones relacionadas con abortos inseguros (más de la quinta parte del
total de muertes maternas). Esta cifra corresponde al 21% de las muertes
maternas a nivel mundial.[cita requerida]
En 1996, la OPS (Organización Panamericana de la Salud) indicó que el
aborto es la causa primordial de mortalidad
materna en Chile, Guatemala, Panamá, Paraguay y Perú, la segunda causa de muerte en Costa Rica y la tercera
causa de muerte en Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, El Salvador, Honduras, México y Nicaragua.[cita
requerida]
De todas las mujeres que se someten a un aborto en condiciones de riesgo,
un número aproximado de entre el 10 y el 50% necesitan atención médica para el
tratamiento de las complicaciones. Abortos incompletos, hemorragias y complicaciones infecciosas son
algunos de los riesgos que corren las mujeres al no recibir un tratamiento
médico adecuado con las condiciones necesarias para garantizar
la vida y la salud.[cita
requerida]
La OMS estima que el
13% de las aproximadamente 600.000 muertes relacionadas con embarazos a nivel
mundial son el resultado de la realización de abortos en condiciones de
salubridad inseguras. La mortalidad por aborto inducido es de 0,2 a 1,2 por
cada 100.000 abortos en países donde el aborto está permitido. En países donde
el aborto está penalizado se encuentran 330 muertes por cada 100.000 abortos.[cita requerida]
Los abortos realizados en condiciones de riesgo ponen en peligro la vida de
muchas mujeres, lo cual representa un problema de salud pública grave. La
mayoría de estas muertes, los problemas de salud y las lesiones podrían
prevenirse mediante un mayor y mejor acceso a servicios adecuados de atención
en salud, incluyendo métodos seguros y efectivos de planificación familiar y
atención obstétrica de urgencia.
Estos datos han servido de argumento a favor de la despenalización del
aborto, es decir, a favor de que el aborto deje de ser considerado un delito y
se legisle con consideraciones específicas para casos específicos.
Aborto selectivo de fetos femeninos en la actualidad
En la actualidad, en los países con mayores poblaciones del mundo (China[108] e India, donde está legalizado el aborto), la
coincidencia de tres situaciones, a saber, los avances médicos que permiten
determinar el sexo del futuro hijo, la situación de legalización del aborto y
una 'preferencia cultural' por los hombres han hecho que el número de mujeres
disminuya y que haya un mayor número de abortos de embriones y fetos femeninos.
Particularmente en la India, los investigadores calculan que, de 1985 a 2005,
10 millones de posibles futuras mujeres han sido abortadas de manera selectiva.[109] [110]
El censo del 2001 en la India reveló que “faltaban” cincuenta millones de
mujeres, yendo en contravía a la tendencia mundial, en la que el número de
mujeres supera ligeramente al de los hombres. Se dice en la India que "es más probable que un bebé
no llegue a nacer si es una niña". Por otra parte, la aplicación de la
política de un solo niño en China en 1979
incrementó la población masculina, pues los padres intentaban engañar y evitar
la ley mediante el aborto preferencial o el abandono de las hijas no deseadas.
En consecuencia, en la India está prohibido realizar ecografías o ultrasonidos para determinar
el sexo del feto, pues, dado que el aborto es legal, muchas mujeres se ven
obligadas a abortar si el feto es una niña porque, supuestamente, “una hija no
podrá cuidar de sus padres cuando envejezcan, porque será la causa del
empobrecimiento de la familia al tener que pagar una dote en su boda, porque
será considerada un huésped en su propia casa hasta el día en que la abandone
para casarse, porque el prestigio de la madre y su posición en la familia solo
se verán consolidados si el que nace es un varón o porque se cree que son los
varones quienes pueden realizar los ritos funerarios por sus padres”. El aborto
e infanticidio selectivo hacia futuras mujeres podría tener una influencia en
la relación hombres-mujeres, que se elevó de 117:100, según datos del 2002.
Christophe Z. Guilmoto, demógrafo francés, ha dirigido un estudio en el que
concluye que en Vietnam, como
en buena parte del continente asiático, la tasa de niñas que nacen se ha
reducido significativamente respecto de la de las niños, por obra de los
abortos selectivos. Según el mismo autor, el índice de masculinidad, sin
embargo, también ha experimentado ascensos notables en países donde no existe
el control de la natalidad como política de Estado. Es el caso de India (con una media de 113 y de 125 en el
Punjab), Taiwán, Singapur, Pakistán o Bangladés. También en el
sur del Cáucaso, en Armenia, en Georgia, en Azerbaiyán. De modo más
débil, la tendencia también es visible en Albania y en Montenegro.
Aborto y derechos humanos
Desde el punto de vista de los derechos humanos, existen varios enfoques
ético-filosóficos opuestos:
- el que defiende el derecho a interrumpir el
proceso vital del cigoto, del embrión o del feto en cualquier punto de ese
proceso. Desde este punto de vista, se otorga a la mujer embarazada
del derecho a interrumpir la gestación y por tanto a la elección de
la maternidad, el cual prima sobre
cualquier otro que se quiera otorgar a la gestación.
- el que defiende el derecho a interrumpir el
proceso vital solo hasta cierto desarrollo del mismo. Este punto de
vista se apoya en una visión de "desarrollo por fases" del
sujeto gestado. En este punto de vista no se observan derechos para el
cigoto o el embrión, pero sí para el feto a partir de determinado punto de
desarrollo que puede ser variable. Además, el derecho a la interrupción
del embarazo de la embarazada se puede ampliar dependiendo de
circunstancias adicionales, como la malformación del feto, violación o
peligro para la vida de la madre.
- El que defiende la no interrupción del proceso del
cigoto, del embrión o del feto, sin importar su punto de desarrollo. Este
punto de vista se basa en la defensa de ese proceso vital al dar la
consideración de "vida humana" a la su propia existencia. Bajo
este punto de vista, la mujer embarazada no tiene derecho a terminar con
la gestación interrumpiendo el proceso de embarazo en cualquier fase de
desarrollo.
Los partidarios de la despenalización total sostienen una
interpretación de los derechos humanos en
donde prohibirlo atentaría contra los derechos fundamentales de las mujeres y
contra los principios de justicia social.
Además, se argumenta que la prohibición ocasiona que las mujeres puedan morir
víctimas de un aborto clandestino mal realizado, en especial las que tienen
menores recursos económicos o pertenecen a los sectores socioeconómicos más
vulnerables.
Los opositores al aborto sostienen una interpretación de los derechos humanos en
donde legalizarlo atentaría contra el derecho a la vida del
nasciturus, que debería de primar sobre el derecho de elección de la
madre. Por tanto, legalizar el aborto atentaría contra el derecho fundamental
de todo ser humano al que se afirma como existente desde la misma fecundación
del óvulo, y así contra los principios de justicia social. En
esta interpretación se antepone al derecho de elección de la madre el derecho a
la vida de un ser humano ya existente y que no tiene posibilidades de defensa.
Los partidarios de una graduación en la despenalización
intentan conseguir diversos grados de conciliación entre el derecho de la madre
y el derecho fundamental a la vida. Normalmente se intentan apoyar en
argumentos científicos sobre el desarrollo humano para poder señalar unos
límites legales en la interrupción del proceso del embarazo.
En el último tiempo, algunos organismos de protección de derechos humanos
han abogado por la despenalización del aborto al considerar que su prohibición
viola los derechos humanos de las mujeres. Entre otros, se encuentran la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH),
la Corte
Europea de Derechos Humanos, Comité de Derechos Humanos de
Naciones Unidas (CDHNU), la Organización
Mundial de la Salud (OMS) y Amnistía
Internacional (AI).
El sistema anglosajón, el sistema europeo-continental y el sistema
internacional de protección de los derechos humanos, consideran que se violan
los derechos fundamentales de las mujeres cuando se prohíbe de forma absoluta
el aborto. El primer sistema desarrolla los derechos fundamentales de la mujer
desde la perspectiva de su derecho a la intimidad y en relación con la idea de
‘viabilidad’. El modelo continental, a su vez, vincula el aborto con el derecho
general a la libertad de la mujer, sea que se le especifique como libertad
reproductiva o como un derecho a la autodeterminación. Finalmente, importantes
ONGs internacionales, como Amnistía
Internacional, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el
Comité de Derecho Humanos de las Naciones Unidas y la Organización
Mundial de la Salud, relacionan el problema del aborto con la violación del
derecho de las mujeres a no ser sometidas a tratos crueles, inhumanos o
degradantes, es decir, con la prohibición general de la tortura.
Entre las instituciones que se oponen al aborto inducido por considerar que
atenta contra el derecho a la vida del no nacido, se destaca la Iglesia
Católica.
Posturas de diversos organismos
Amnistía
Internacional respalda la despenalización del aborto para garantizar
que las mujeres tengan acceso a servicios de salud cuando surgen complicaciones derivadas
del aborto, y para defender el derecho de las mujeres al aborto ―dentro de los
límites razonables que impone la gestación― cuando su vida
o su salud corran peligro.[cita
requerida]
Su postura ha sido cuestionada tanto por personas como por organizaciones
tales como la Iglesia Católica, los
cuales sostienen que, si Amnistía Internacional se opone a la pena de muerte,
no es congruente que acepte su aplicación a lo que entienden como un menor de
edad inocente.
El problema, aquí, es el debate que se ha generado en cuanto a la
definición de "menor de edad" y
a la definición precisa del inicio de la vida y las definiciones de "individuo" y "persona" (véase el apartado Aspectos biológicos y médicos y Aspectos religiosos).
Posturas políticas y religiosas
No se puede hablar de una correlación entre tendencia política o religiosa
y posición frente al aborto, pues hay partidarios y contrarios al aborto en
todas las tendencias; tómese por ejemplo de lo dicho, la existencia de
católicos a favor de la despenalización como la Red Latinoamericana de
Católicas por el Derecho a Decidir,grupos feministas y ateos provida, como Feminists for Life (Feministas por la Vida),Mujeres contra
el Abortoy Atheists for Life (Ateos por la Vida),o el movimiento
Parlamentarios y Gobernantes por la Vida, que integra a personas de diversas
tendencias políticas, religiosas y culturales.
CONSECUENCIAS FÍSICAS
El aborto puede traer graves consecuencias, pueden ser tanto físicas como psicológicas y emocionales. Aqui tenemos una lista de los efectos físicos: *Esterilidad. si se dejan restos del niño en el utero. *Abortos espontáneos. *Embarazos ectópicos *Nacimientos de niños muertos. *Trastornos menstruales. *Hemorragia. Necesitando muchas veces transfusiones de sangre pues se pierde mucha. *Infecciones. *Shock. *Coma. *Utero o intestino perforado. *Peritonitis. *Coágulos de sangre pasajeros. *Fiebre /Sudores fríos. *Intenso dolor. *Perdida de otros órganos. Estos no son los únicos, existen muchos más que no se dan en ese momento sino después como es la esterilidad o como el cáncer de mama, impresionante verdad, en realidad no se pensaria que el aborto incrementa los riesgos de tener esta enfermedady no solo este tipo de cáncer se puede dar sino también el cervical, de hígado y ovarios. Cuando se realiza un embarazo por succión puede darse una la lesión de la cérvix que puede dar como resultado abortos espontáneos, también se pude producir una lesión en el utero, la matriz de la vida, haciendo que en futuros embarazos el embrión no se coloque en una posición adecuada, a esto se le llama embarazo ectópico y este sería lo menos grave porque si la lesión es severa se tendrá que extirpar el útero, eso significa la esterilidad. Si se realiza más de un aborto la mujer en sus siguientes embarazos tendrá bebes prematuros. En realida si a las mujeres se les informara sobre todos estos posibles riesgos es muy seguro que más de la mitad se arrepentirían, a muchas mujeres solo les dijeron que solo era un procedimiento quirurgico seguro por cierto, pero por más legal que sea no es seguro, tal vez con testimonios de gente que ha pasado por esto recapaciten. |
CONSECUENCIAS PSICOLÓGICAS
Lo tratado en la anterior publicación hablaba que existen diferentes tipos de consecuencias, ahora hablaremos sobre las consecuencias psicológicas, las que afectan mucho a la madre. Aquí está una lista de los varios efectos psicológicos que se pueden dar: * Culpabilidad. * Estres * Impulsos suicidas. * Sensación de pérdida. * Insatisfacción. * Sentimiento de luto. * Pesar y remordimiento. * Retraimiento. * Pérdida de confianza en la capacidad de toma de decisiones. * Inferior autoestima. * Hostilidad. * Conducta autodestructiva. * Ira/ Rabia. * Desesperación. * Deseo de recordar la fecha de la muerte. Todos estos problemas necesitan de un tratamiento psicológico necesario pues trae graves consecuencias en la vida de toda mujer, una estadística dice que el 59% de las mujeres que se han hecho un aborto tienen tendencia a tener problemas psiquiátricos graves y permanentes, esto quiere decir que más de la mitad de las mujeres sufren algunos de los sintomas antes mencionados, que afectan sus vidas y las vidas de las personas que quieren. Pero no crean que estos síntomas se presentan de inmediato, cuando una mujer ha pasado por esta experiencia optan por un mecanismo de defensa para protegerse, cuando pasa esto los síntomas pueden tardar años en darse a notar. Resulta una experiencia traumática para muchas mujeres porque han sido presionadas tal vez por sus maridos, padres, novios, dandose una de las consecuencias, la perdida de confianza al tomar decisiones y por tanto se da una baja autoestima. En la mayoría de los casos, las parejas al año siguiente terminan por separase, luego de un aborto. Otras mujeres se arrepienten después de abortar, aquí tenemos una historia: Una enfermera que había trabajado en una clínica abortista durante menos de un año dijo que sus peores momentos no aparecían en la sala de operaciones sino después. Muchas veces, dijo, las mujeres que acaban de someterse a un aborto se echaban en la sala de recuperación y lloraban, He matado a mi hijo. Acabo de matar a mi hijo.... No sé qué decirle a estas mujeres, dijo la enfermera al grupo. Una parte de mí piensa, Tal vez tienen razón. ( Testimonio pagina fluvium) Pero recordemos que no solo las mujeres sufren estos transtornos, también lo sufren los hombres o los que esten cerca de esa persona. |
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